Creemos que la voluntad de Dios es que haya paz. Dios creó el mundo en paz, y la paz de Dios ha sido revelada plenamente en Jesucristo, quien es nuestra paz y la paz del mundo entero. Guiados por el Espíritu Santo, seguimos a Cristo en el camino de la paz, haciendo justicia, trayendo reconciliación y practicando la no violencia, incluso allí donde hay violencia y guerra.